Danza de los Comediantes (Tchaikovsky)
Volvemos de nuevo con el compositor Romántico y Nacionalista Ruso Tchaikovsky a través de esta alegre danza conocida como la Danza de los Comediantes. Tchaikovsky, que es el heredero estético de Beethoven, pero que en todo momento tiene en mente a Mozart, ofrece el doble interés de ser un músico de técnica occidental henchido de nacionalismo, lo que explica su carácter cosmopolita y abierto, sin duda mucho más accesible al gran público que los otros nacionalistas rusos coetáneos (es decir "Los Cinco": Balakirev, Borodin, Mussorgski, Rimsky-Korsakov y Cui), acaso más genuinos, pero también contaminados de un diletantismo del que nuestro músico nada quiso saber... Sin duda, una de las grandes cualidades de Tchaikovsky es su absoluta genialidad como orquestador, y si a ello sumamos su sorprendente caudal melódico (pues conviene recordarlo: Tchaikovsky es el mayor melodista de la historia de la música), no nos costará comprender qué lo hace pieza fundamental del repertorio musical actual. Pero la verdadera valía de nuestro hombre no termina aquí: podemos afirmar que Tchaikovsky es, como lo fue Beethoven en sus últimos tiempos, uno de los contados compositores que escribieron para sí mismos, a modo de terapia.